¿Mi fetiche con los heteros?, ¿O el de ellos conmigo?

Es como si estuvieras gritando, 

sin que nadie te escuche

casi te sientes avergonzado, 

de que alguien pueda ser tan importante

que sin él te sientes como si fueras nada.

Nadie podrá entender cuanto duele...

te sientes sin esperanza, 

como si nada pudiese salvarte

y cuando todo termine y se haya ido

hasta deseas que todo lo malo regrese

para que puedas tener lo bueno de vuelta.

Esas eran las palabras que decía Rihanna, al comienzo de su video "we found love". Era exactamente como me sentía. El verano había regresado, pero para mi era invierno bajo el sol. Se acercaba navidad y año nuevo, en otros años me ponía nervioso, ansioso por los regalos, abrazos, llamadas... Ahora no sentía nada, solo un gran vació en el pecho.

Una tarde antes de navidad mis amigos me obligaron a que nos juntáramos al pub que siempre íbamos en el bella. Ya sabían todo, menos la mierda que llevaba por dentro, eso me lo dejaba solo para mi. Entre conversaciones de pronto hablaban de las películas con temática gay que algunos habían visto y mi prima Belen recalco que la mayoría tienen finales fatales, y todos comentaron que era verdad. Eso me produjo un gran nudo en la garganta, la Nico que estaba frente a mi lo noto.

—¿Borja?— la mire, tosí para aclarar mi garganta —¿Estaí bien?.

—Si— respondí con mi voz quebrada, cerré lo ojos para evitar llorar pero las lagrimas se escaparon. Me levante de la mesa, entre al baño del local y explote. Llore y maldije su nombre mientas me miraba en el espejo. ¿Porque?, ¿porque?, ¿porque?, la pregunta que venia haciéndome todas las noches la ultima semana antes de dormir, la cual no hallaba respuesta. Era como la canción Linger de The cranberries <Si tú... si tú pudieras regresar, no dejes que se arruine, no dejes que se desvanezca, estoy seguro que estoy siendo grosero, pero es tu actitud, me esta apartando, lo esta arruinando todo y jure, jure que seria fiel, y cariño tu también, ¿entonces porque estabas agarrando su mano?, ¿es así como son las cosas?, ¿estuviste mintiendo todo el tiempo?, ¿era solo un juego para ti?>. De regreso en la mesa todos estaban en silencio esperando que dijera algo.

—¿Primo?, desahógate, sabemos que no estaí bien— eran las palabras de mi prima.

—No, no estoy bien, pero no quiero hablar de eso.

—¡Weon somos tus amigos!— dijo el Pancho enojado —Quedarte con esa mierda es peor— todos me miraron presionándome.

—Bueno eso, no estoy bien, esto que paso me dejo muy mal. Hasta ahora no me había sentido así... Apagado.

—Porque te enamoraste, te enamoraste hasta las patas amigo— Pancho no era muy bueno consolando —¿Porque seguiste con ese weon si todos sabíamos lo que iba a pasar?— Nicole le pego un codazo, yo sonreí.

—Porque me enamore po weon, me enamore hasta las patas, y cuando uno se enamora siempre va a haber una ultima esperanza de que todo cambie, aunque no sea así y sea una mas de esas películas con finales tristes,

—¿No querí que te lleve a mi pega a trabajar?— pregunto Pancho, no entendí su pregunta —Pa' que te distraigas. 

—Si eso te va a hacer bien— dijeron algunos de mis amigos.

—Si, ahí después te mando el curriculum.

—Mandamelo mañana mismo, para que empieces la próxima semana, te va a hacer bien.

—Si, lo actualizo y te lo mando.

Esa noche llegue a mi casa, me acosté y me dormí escuchando "Cruel World" de Lana del Rey, algo en esa canción en vez de darme tristeza era lo contrario, me tranquilizaba, me acariciaba hasta quedarme dormido.

La semana siguiente ya era año nuevo. Yo había ido a la entrevista de trabajo de mi amigo Pancho y quede, comenzaba el lunes, así que tenia mis últimos cuatro días para hacer nada. Durante el día ayude a mi madre a preparar las cosas para la cena, habíamos invitado a pasar año nuevo a mis tíos con mis primos (Belen entre ellos), tenerla en la casa era reconfortante y por primera vez en dos semanas me sentía ansioso, nervioso y con ganas de recibir este nuevo año, después de las doce de la noche con mis amigos quedamos de juntarnos e irnos a la casa del Pancho en algarrobo. 

Cuando solo faltaban cinco minutos para las doce estábamos todos en el living ansiosos esperando el abrazo, mis hermanos Alex y Erik estaban con estos tubos que tiran serpentinas esperando el momento para lanzarlas, algunos de mis primos tenían de estas pelucas hechas de papel brillante, lentes alegres todo tipo de cotillon . Mi madre traía puesto un calzón amarillo encima de la ropa, nos hizo reír mucho cuando salio del baño con ello puesto. Y cuando ya era el momento el locutor de la radio anuncio el inicio del nuevo año, mis hermanos lanzaron las serpentinas, yo abrace a mi madre, luego a mis hermanos, mis primos y tios, luego busque al osito que daba vueltas de un lado a otro asustado por todo el ruido, lo tome en mi brazos para tranquilizarlo y el comenzó a lamer mis mejillas. Era inevitable que cada vez que veía al osito lo viera a él, ¿estará feliz ahora?, ¿pensara en mi como yo en él en este momento?. Luego de unos minutos llame a mi hermana Cote, ya que había ido a pasar año nuevo a Valparaiso con jorge su pololo, después me llamo la Anto y nos deseamos toda la buena onda del mundo para este año, y el resto mensajes de whatsapp de amigos o conocidos. A las una de la mañana salimos de la casa para encontrarnos con el resto de los chicos, en la calle todo era alegría, bocinazos por todos lados, la gente gritando desde sus autos "¡Feliz año nuevo!" y la Belen les respondía "¡Siiii, feliz diechiocho! o ¡Feliz catorce de febrero!, a mi me dolía la cabeza de tanto reír. Al llegar a la bencinera donde quedamos ya se encontraba ahí la Nico, Nati, Pancho y Angel. Nos abrazamos el Pancho nos dio unas cervezas e hicimos un salud por este comienzo de nuevo año. No quise arruinar el momento con "si vas a conducir no bebas", a nadie parecía importarle, de todos modos no me hubieran hecho caso. Nos subimos a los autos y nos fuimos para pasar el primer fin de semana largo en la playa.

Enero

Febrero

Marzo

El trabajo había sido todo lo que necesitaba para mi estado emocional. Era perfecto, me despertaba de lunes a viernes a las 06:00 A.M. para llegar al trabajo a las 07:30 A.M.  y trabajaba hasta las 17:30 de la tarde. A veces llegaba a cocinar algo "rico" cuando me daban ganas, o solo llevaba la comida que había preparado mi madre o mi hermana. Otras veces pasaba a ver a la Anto o llegaba directamente a mi pieza y veía una película o serie hasta dormirme. Y los fin de semanas de enero, febrero y hasta marzo con mis amigos nos íbamos a la playa, el siguiente al lago Rapel o simplemente a acampar. Casi no tenia tiempo para pensar en él, hasta ahora...Me habían despedido, despedido por ponerme a pelear, todo por culpa del maldito Esteban. El trabajo quedaba en una comuna lejana donde se encontraban varias fabricas de distintos tipos de productos, como en la mayoría de las fabricas el trabajo era pesado y la mayoría eran puros hombres, yo tenia que supervisar el trabajo en un área en especifico y hacer uno que otro papeleo, todo esto después de que me capacitaran. Ahí conocí a mi grupo de trabajo, que eramos diez incluyéndome, a Pancho casi ni lo veía ya que él supervisaba otra área. Mi jefa la única mujer, con complejos de jovialidad y bipolaridad, me indico que mantuviera distancia con los trabajadores para que no se perdiera la seriedad y el respeto, cosa que no acaté. Ahí conocí a Polo (Leopoldo) de treinta años y  Fabrizio de veinticuatro , dos hermanos de descendencia italiana, me fue totalmente imposible mantener distancia con ellos, sobre todo con Polo, eran tan buenos para el webeo y las bromas y los tres nos hicimos buenos compañeros. Polo bromeaba con algún tema en especifico y Fabrizio le seguía como si estuvieran conectados, mas de una vez me hicieron caer. Con ellos salimos en la primera quincena por unas varias cervezas. También conocí a Robert de treinta y cinco años y Esteban de veintisiete . Robert un peruano que no parecía peruano si no mas bien colombiano o ecuatoriano, era un poco mas alto que yo, su color de piel era oscura, tenia unos rizos bien definidos y cuidados y unas lindas facciones, labios gruesos, ojos con forma de almendras y oscuros. Y Esteban, el maldito y rico Esteban. Era un tipo un poco mas alto que yo,  de piel clara, velludo por donde se le mire, torso, brazos, piernas, su expresión siempre seria, escuchando su hip-hop, me hacia recordar a Jano en su forma de vestir. De cara era hermoso a mi gusto, barba tipo candado, labios finos, ojos expresivos, pestañas crespas, demostraba ser rudo y bien macho en sus movimientos, el weon era rico y lo sabia, y eso me molestaba, su ego. Pero mi gusto creció mas una vez que lo vi desnudo en los camarines, era vergon, casi igual que Franco en estado de flacidez. Hasta el momento nadie sabia sobre mi homosexualidad, y en los camarines trataba de mirar lo menos posible o que no fuera tan notorio, pero con el cuerpo de Esteban los ojos se me iban solitos, su cuerpo era perfecto, maceteado y velludo. Una mañana falto un compañero, y tuve que entrar a la producción justamente con él, hasta ahora el trato no era mas que un hola y a veces un chao. Me puse la horrible vestimenta y entre al cuarto de producción. Eran cuatro cuartos continuos de producción, yo me encontraba en el primero con él. Entre y le explique que trabajaría con él por la falta del compañero. No dijo nada y comenzó a explicarme que era lo que "yo" tenia que hacer, no quise interrumpirlo y decirle que ya sabia lo que tenia que hacer, a pesar de no haberlo hecho nunca, pero lo veía todos los días. Esa mañana comenzamos a trabajar en silencio, él puso música en su celular, puro hip-hop, dancehall y reggae. Solo se escuchaba la música hasta que sonó un tema de un grupo nacional que conozco, comencé a cantarla y él me miro con el ceño fruncido, solo se le veían los ojos con la mascarilla y la gorra que usábamos. 

—¿Sabí quien canta?— pregunto aun serio, yo sonreí.

—Si, Movimiento original-Natural— respondí seguro, él movió la cabeza como aceptando e hizo una extraña mueca con los labios, a pesar de que usábamos mascarillas lo podía notar.

—No tení pinta de que te guste esta música— dijo seco.

—¿Y pinta de que tipo de música tengo pinta?.

—No, no se— dijo haciéndose el desentendido.

—Mi hermana con su pololo le gusta esta música, hip-hop, dancehall, reggae. Algo conozco y me gusta.

—Ah... Buena.

Solo basto eso para que tuviéramos una amena conversación sobre música, comenzó a preguntarme sobre algunos grupos, unos que conocía y otros que no. Me pregunto donde carreteaba, a lo que le respondí que no era mucho de salir a discos, que de vez en cuando iba al bella a un pub especifico y los demás carretes con amigos en casa. Me contó que el tampoco iba a discos y que le gustaba ir a "La Piojera" y "Las tejas", también me pregunto si conocía alguna y le dije que solo La Piojera, que Las tejas sabia donde quedaba pero nunca había ido. Me contó también que le gustaban esos grupos de cumbia juveniles que hay ahora, pero ahí si que que era nulo, no conocía ni uno, solo "lleve de lo bueno (Juana Fe) y solo esa canción. Me mostró otra canción de Juana Fe la cual si había escuchado por ahí pero no sabia que era de ellos (tengo luquita). Luego de conversar un rato ya no me parecía tan serio como se mostraba, al contrario sonrió bastante y se noto que le gustaba tirar la talla. De ahí en adelante comenzamos a hablar mas, coincidimos una semana entera con la hora de almuerzo. Un día lleve chapsui de pollo con fideos chinos que había preparado la tarde anterior, él llevo lentejas, estuvo mirando mi plato todo el tiempo.

—¡Oh hermano se ve terrible buena tu comida!— yo sonreí.

—¿Querí probar?.

—No, no... Vale, si no voy a encontrar malas las lentejas.

—¿Seguro?, te vas a quedar con las ganas— dije ofreciéndole mi plato. Él me miro con una sonrisa dudosa.

—¡Ya! a ver— tomo mi tenedor sin escrúpulos, se aseguro de llevarse un poco de todo a la boca, celollin, champiñones, zanahoria, pimientos verdes y rojo, dientes de dragón y pollo. Metió el tenedor a su boca y su expresión de placer apareció de inmediato —¡Oh la wea rica!— yo me alegre, me encantaba que encontraran mi comida rica —¿A donde los compraste?.

—No los compre, los hice ayer.

—¿Tú cocinaste esto?— asentí —¡Naah,no te creo!— reí a carcajadas.

—Viví tres años solo, tuve que aprender y lo hice bien, no es tan difícil— me quedo mirando aun dudoso, yo reí, me daba risa que no me creyera.

—¿Y como lo hiciste?— le indique los ingredientes, el proceso —Puta viste, ahora no me quiero comer las lentejas.

—Si querí come lo que queda, estoy satisfecho.

—No, no te preocupí, come nomah.

—Esteban no te los a volveré a ofrecer— dije advirtiéndole, el rió y no le quedo mas que aceptar.

—Puta mi abuela se va a enojar si llego con las lentejas (anteriormente me había contado que vivía con su abuela), pero filo, estaban buenos— después de almorzar nos fuimos a sentar aun pequeño sector con pasto donde gracias a una muralla nos daba sombra, él saco su cajetilla de cigarros me ofreció uno, pero no quise y justo aparecen los hermanos Polo y Frabizio que venían a almorzar, al vernos ahí se nos unieron. 

—¿Oye Borja no te hay dado cuenta que la vieja quiere contigo?— pregunto Polo.

—¿La jefa?— pregunte incrédulo.

—Sipo, te mira con papas fritas wn— continuo Fabrizio.

—¡No, no, no!— dije riendo —¡Esta es otra de sus bromas.

—Es verdad, te coquetea caleta la vieja— dijo Esteban después de botar el humo.

—¿Porque no le poní bueno ahí?— dijo Polo con su característica sonrisa burlona.

—¿Que me la coma?— Polo asintió, negué con la cabeza —No que asco.

—Oye si la vieja igual esta buena— dijo Fabrizio, siguiéndole el juego a su hermano.

—Cometela tu entonces poh— dije riendo.

—No puedo, tengo mina... Tú soy el único soltero, tu no mas podí— reí a carcajadas —¿O erí wekereke?— pregunto el menor de los hermanos.

—¿Y si lo fuera que?— pregunte serio.

—Naah po, vola tuya— respondió Fabrizio.

—Bueno, no soy "wekereke", pero si soy gay— Esteban que estaba a mi derecha me miró sorprendido mientras que los hermanos rieron y se miraban entre ellos.

—Ahora el Borja nos esta agarrando pal webeo a nosotros— dijo Polo mientras reían, yo sonreí y puse los ojos en blanco.

—No es webeo, es verdad, soy gay— dije aun riendo, con ellos dos era difícil parar.

—Ya a ver— dijo Polo— si erí gay tení que saberte el código.

—¿Cual código?.

—El codigo gay— continuo Fabrizio —Todos los gays se lo saben.

—Que son weones estos— dijo Esteban sonriendo.

—¿Y ustedes se lo saben?— pregunte.

—Si— respondieron ambos.

—Entonces eso los hace gay poh— las risas siguieron.

—No, lo sabemos solamente para verificar quien es gay y quien no, y tu no eri gay porque no te lo sabes— dijo el menor.

—No de verdad, hablando en serio... Soy gay— se quedaron callados mirándome.

—¿Como vai a ser gay?— pregunto Polo — Ni si quiera se te nota.

—Ser gay no es sinónimo de ser afeminado.

—Entonces... ¿Eri gay de verdad?— pregunto Polo aceptándolo.

—Si, soy un gay verdadero, ojala no tengan problemas con eso.

—No, no, para nada, tranquilo, por lo menos nosotros cero drama Borja— respondió Polo por él y su hermano. Mire a Esteban que no decía nada.

—¿Entonces te gusta por el asterisco?— pregunto haciéndonos reír —No tranqui hermano, el poto es suyo. 

— Pero responde po Borja— dijo Polo.

—¿Que responda que?.

—Si te gusta por el asterisco po.

—Olvidenlo, no responderé eso— dije riendo y poniéndome en pie —Los dejo, me voy a lavar los dientes porque hay que entrar ya— dije alejándome.

—¡Viste que no eri gay!— grito Polo a medida que me alejaba. 

Al día siguiente, en la hora de colación Esteban medio curioso comenzó a hacer preguntas sobre mi sexualidad, las típicas preguntas "¿quien es la mujer?", "¿no te duele?", "¿como no te gustan las minas?". Hasta que me pregunto si tenia pareja, pero le dije que no, y pregunto hace cuanto, le conté todo sobre Franco, sin inhibiciones. Le dije que me había metido con la pareja de mi ex amiga durante seis meses y que esa fue la ultima "especie de relación" que tuve. Esteban me miraba sorprendido, aun no podía creer que yo fuera gay y lo que había hecho. Le dije que la mina era una perra y que se lo merecía, que también cagaba a Franco como quería. Pero por sobre todo por el mensaje que me envió a mediados de enero. "Erí una mierda de persona, nunca creí que tu que deciaí ser mi amigo me haría esto, ojala que tu vida sea una mierda desde ahora porque te lo merecí por maricón, por escoria, agradezco a dios por haberme dado cuenta a tiempo y salirnos de esa mierda de ciudad, ahora seguiré adelante con mi familia y espero no saber nunca mas de ti maricón de mierda." Recuerdo que el mensaje me había dejado helado... ¿En serio?, ¿ella supo antes de que se fueran y no me encaro?, ¿siguió pretendiendo ser mi amiga?, ¿y aun después de todo se lo llevo?. Trate de tranquilizarme antes de responderle, busque en mi mente las palabras adecuadas. "¿Que clase de persona se lleva a alguien a la fuerza?, y todo por fingir tener una "familia feliz", tú poh, la hipócrita Catherine, la que aun sabiendo todo no me encaro, no me dijo nada a la cara. Si yo soy un maricón voh soy una zorra bastarda, acuérdate bien todas las veces que lo cagaste Cati, acuérdate y agradece que él solo supo de uno. Él podrá estar contigo ahora, pero su corazón esta aquí, conmigo, me lo dijo la noche antes de que se fuera mientras me dormía en sus brazos. Me encantaría poder desearles lo mejor... ¿Pero como podrían hacerlo después de todo esto?, tampoco me interesa saber nada de ustedes, adiós."  Juro por mi padre, que después de enviar el mensaje me sentí liberado, era un alivio saber que ella lo supo y que viviría con ello. Eso realmente me hizo sentir bien, lo notaba en la forma en como le contaba todo a Esteban, sin tapujos, en cualquier otro momento hubiera dudado de contarlo, pero no, casi me sentía orgulloso. 

Con Esteban la relación cada vez era mejor, a veces hacia cosas que me hacían pasarme rollos como que hablara para cambiar su hora de almuerzo para salir conmigo, o que cuando me cepillaba los dientes pasaba y me punteaba. Después pensando me bajaba de las nubes me decía a mi mismo "no es nada, solo buena onda". Hasta que una tarde de viernes me invito a fumarnos un pito y unas chelas, me pidió que no le dijera nada a nadie, porque solo tenia un pito y todos fumaban y nadie nunca tenia, le dije que bueno, pero tuve que decirle al Pancho porque siempre me iba con él en el auto. Pancho me pregunto si podía ir, siempre andaba con marihuana así que le dije que si.

—¿Como estamos pa' la salia?— pregunto Esteban estando ya fuera de la sala de producción.

—Con la boca seca— reímos.

—Bacan.

—Oye Esteban, mira tengo un amigo que trabaja acá en la empresa, siempre me voy con él porque me pasa a dejar al metro y le dije que no me iba a ir con él porque iba a ir contigo a tomarnos una cerveza y el asunto y me pregunto si podía venir con nosotros.

—¡Puta pero es que te dije que tenia un puro pito poh.!

—¡Ah weon si este también fuma y tiene marihuana, vamos a fumar mas al final.

—Ya, dale—respondió desganado —Oye, ¿ese loquito es tu pareja?.

—¿Pancho?— pregunte extrañado, él asintió —No, él es mi mejor amigo.

—Ya dime la verdad si ya me hay contado todo— dijo no creyéndome.

—Es verdad weon, si no tengo pareja te dije, somos amigos de niños de verdad.

—Ya oh, te voy a creer— dijo desconfiado aun, me llamo la atención tanta curiosidad en él, me guié por mis pensamientos, mis rollos y decidí hacer algo para ponerlo a prueba.

—Oye Esteban— dije mientras caminábamos a los camarines, él me miro esperando que le hablara —Mi amigo Pancho no sabe nada sobre lo que hice... De meterme con la pareja de mi amiga, para que no vayas a comentar nada.

—Dale— respondió después de un momento con el ceño fruncido.

Esteban nos llevo a una plaza cerca, donde justamente a una cuadra había una botilleria, compramos tres cervezas de litro y nos fuimos a sentar a la plaza detrás de unos arbustos, bajo un árbol. Pancho y Esteban no se conocían, pero con cerveza y marihuana fue fácil que simpatizaran. Supuestamente iban a hacer solo esas tres cervezas, pero ya no nos quedaban y los tres fuimos por tres mas. Pancho sacaba pitos como si fueran cigarros, y yo ya estaba bastante volado, asi que cuando Esteban me ofrecio el pito le dije que estaba bien, que no queria mas <¡Fuma po maricón!> dijo forzandome a fumar mas, le recibí el pito riéndome, e hice como si fumara pero me pilló <¡Ah que soy mamazan, fuma, te voy a enseñar a fumar!> dijo tomando el pito en sus dedos y lo llevo a mi boca <¡Fuma!>, lo hice, <¡aspira, aspira!> y cuando ya no pude mas tosí botando una gran cantidad de humo, ambos rieron a carcajadas, yo me recosté en el pasto tosiendo aun, pero Esteban me tomo de mi brazo derecho inclinándome hacia delante para que me sentara nuevamente y me paso la cerveza. De pronto estábamos comprando tres cervezas mas, de vuelta en la plaza busque un lugar donde orinar mientras ellos se instalaban.

—¿Oye Borja?— dijo Pancho mientras caminaba hacia ellos, su expresión era seria—¿Como que no se lo del weon del Franco?

—¿Que?— respondí mirándolo serio también.

—¿Como que no se lo del weon del Franco?.

—¿Le dijiste Esteban?— pregunte en tono sorprendido y serio a la vez —¡Que soy osicon weon!— él agacho la mirada mientras se reía como un niño al que reprimen por alguna travesura.

—Puta weon— respondió como excusándose —¿Pa' que me decí que el loco no sabe cuando si sabe?.

—¡Pa' ponerte a prueba po weon!— Pancho me miro dudoso, como sospechando de algo, al parecer también había notado lo que yo, el porque le dije eso a Esteban, porque lo había puesto a prueba. —¿Porque lo hiciste Esteban?— pregunte sentándome a su lado.

—Puta no se, estoy curao y volao.

—Estaí pa' contarte un secreto siiii— dijo Pancho. Seguimos bebiendo, en un momento Esteban se paro a orinar y Pancho aprovecho para preguntar —¿Borja que onda con este weon?.

—Es que mira, antes, el primer mes con este weon no hablábamos nada, después empezamos a hablar, le dije todo, que soy gay, lo del Franco, todo. Y yo no me he querido pasar rollos poh, pero este weon ha cambiado la hora de colación pa' salir conmigo, me puntea y weas poh, y hoy día me invito pa' aca y no quería que nadie mas viniera po, porque tenia un puro pito supuestamente y cuando le dije que si podiaí venir tú como que se molesto, y después me pregunto si tu eraí mi pololo y le dije que no pero no me creyó y por eso le dije esa wea, pa' ver si te decía a ti.

—Entonces este weon quiere con voh po.

—No se, parece que si.

—¿Pero es hetero?, a mi me dijo que tenia mina.

—¡Sipo!, pero no se que onda.

—¿Y voh te lo comeriaí?.

—Mira el weon me gusta, lo encuentro rico, pero no.

—Ya pa' que si te lo vai a comer igual.

—No weon, no quiero, no quiero meterme mas con weones que tienen mina— nos quedamos en silencio hasta que volvió Esteban, se sentó a mi lado y paso su brazo izquierdo por mis hombros para abrazarme.

—Oye Borja sorry— dijo mientras me miraba a los ojos, yo estaba tan drogado y ebrio que me parecía irreal tenerlo tan cerca —¿Vamos por tres mas?— pregunto aun mirándome y sonriendo, yo me reí en su cara —¿De que te reí?— pregunto aun sonriendo.

—De tu cara— respondí riendo a carcajadas, Pancho rió también.

—¡Ah los weones pesaos!— dijo no molesto, pero dejo de abrazarme —¡Yapo!, vamos a comprar tres mas.

—No weon, estamos muy locos ya, y es de noche— mire el cielo, no me había dado cuenta en que momento cayo la noche.

—¡Ah borja culiao!, vamos a comprar tres mas— dijo Pancho apoyando a Esteban.

—Pancho nos hemos tomados nueve chelas, teni que manejar weon!.

—¡Ah si son tres mas, curao manejo mejor— puse los ojos en blanco —Soy Schumacher— no dije nada.

—Para de sufrir y vacila— dijo Esteban.

—¡Ya vamos antes de que me arrepienta!— dije poniéndome en pie, ambos celebraron. Al regresar nos tomamos la primera cerveza, yo me había prendido nuevamente —Sácate otro pito po Pancho.

—Esa es la actitud— dijo esteban abrazándome nuevamente y apoyo su cabeza en mi hombro, Pancho me miro como diciendo "Esta listo", pero negué con la cabeza—¡Puta que me caí bien Borja!— le guiñe un ojo mientras bebía mas cerveza —¿Entonces ustedes no son pololos?.

—¡No weon duro— respondí.

—No pasa naah hermano— dijo Pancho —Este weon es como mi hermano, nos conocemos de cabroh chicos.

—A ver, dame un beso— dijo esteban acercando sus labios a los míos, yo lo quede mirando extrañado, Pancho me miro totalmente sorprendido.

—¿Estay webiando?— pregunte.

—¿Que wea hermano?— dijo Pancho con una sonrisa en la cara —¿Chuteaí pa' los dos lados?.

—No pasa naah— respondió Esteban, soltándome.

—¿Y entonces?— pregunto Pancho.

—Naah, si es un beso no mas po— respondió él haciéndose el loco, mirando el piso sonriendo —Es que no les creo que no sean pololos.

—No necesito que me creas Esteban— dije tomando otro sorbo de cerveza, se la entregue a él, el tomo un gran sorbo y se la entrego a Pancho.

—¡Yapo!, si es un besito no mas— dijo volviendo a pasar su brazo por mis hombros para abrazarme.

—Esteban estaí dando jugo, estaí curao— dije tratando de zafarme de él.

—Estoy lucido— dijo pasando su brazo por mi cuello presionándome hacia él para besarme. yo en un intento por esquivarlo me estire hacia atrás, sobre el pasto, pero él se abalanzo sobre mi, con el brazo que tenia por mi cuello me mantuvo quieto y con su otra mano me tomo ambas mejillas y me beso. Yo apreté mis labios los mas que pude, pero cuando comenzó a meter su lengua y a humedecerme con su baba fue inevitable no abrir mi boca y de pronto estaba ahí respondiendo a su beso. No se porque hasta ese momento no había notado lo bien que olía, su barba me picaba como una lija, pero sus labios estaban fríos y suaves. Hasta cuando presiono su erección contra mi pierna lo aparte.

—¡Ya!, ¿contento?— pregunte haciéndome el loco, como si el beso no me hubiese provocado nada, me senté nuevamente.

—¡Pa' que poh!— se sentó junto a mi de nuevo —Si igual te gustó.

—¿Y a ti te gusto?— pregunto Pancho a Esteban.

—Si, igual— respondió como si nada mientras se secaba las comisuras de los labios por el húmedo beso.

—La wea loca— dijo Pancho y se paro a orinar.

—¿Como se llama tu polola?— pregunte serio.

—¡Yaaaa pa' que!.

—¡¿Como se llama poh?!— insistí.

—Vero, "La Verito"— respondió riendo, lo mire enojado ¡maldito, infiel!, a pesar de que el beso me provoco cosas me molestaba a la vez, me hacia recordar a Franco.

—Pobre polola, pobre "Verito".

—¿Pa' que tan grave?, ¿ni tu amiga te importo tanto y te preocupaí por mi mina que ni la conocí?.

—¡Esteban cállate, no cachai nada!— se callo por un momento.

—Ya sorry— dijo después de pensar un momento —Sorry si te molesto.

—Ok, ya no importa— respondí seco.

—Ya pero no te enojí po— dijo empujándome con su hombro izquierdo —¿Te gusto el beso o no?— sonreí —Así te veí mah mejor— se puso de pie y fue a orinar mientras Pancho se sentaba de nuevo.

—Viste que te lo comiste.

—Yo no me lo comí, él me comió a mi y a la fuerza.

—Bueno pero se comieron, la wea loca— seguimos bebiendo como si nada hubiera pasado, cuando ya se habían acabado las ultimas dos cervezas decidimos irnos. Pancho se adelanto al auto mientras Esteban me agarro de la mano.

—¿Oye Borja?— comenzó diciendo algo tímido, lo mire para que hablara —¿Porque no te vaí conmigo a mi casa?.

—No Esteban, no puedo— aun me tenia agarrado del brazo.

—Yapo, mira como esta de curao tu amigo, les puede pasar algo.

—Gracias por preocuparte, pero menos puedo dejarlo solo ahora, tengo que ser su copiloto— me desprendí de su mano —Quizá para la próxima— me quedo mirando apenado. De aquel macho rudo que conocí el primer mes no quedaba mucho. ¿Era posible que alguien cambiara tanto?, hasta me daba pena decirle que no y verlo con esa cara. Caminamos en silencio al auto, antes de subirnos me agarro el culo de una forma que nadie antes lo había hecho, casi me sentí violado de no ser por el jeans, lo mire y me dedico su sonrisa picarona que conocí esa tarde. Lo pasamos a dejar a una estación de metro y luego con Pancho nos fuimos a mi casa y seguimos carreteando con mis hermanos. Al día siguiente llamamos a nuestros amigos para que fueran a mi casa y pasar la caña en la piscina. No supe nada de Esteban en todo el fin de semana, me tenia intrigado saber si al despertar esa mañana y recordar lo que hizo se le pondrían los pelos de punta y se arrepentiría. Ya el lunes en el trabajo no se presento a trabajar, me mando un whatsapp durante la mañana diciendo que tenia hora al medico, y que "por favor no le dijera nada a nadie de lo del viernes", le respondí con un simple ok. <maldito hetero reprimido>. Al día siguiente no me saludo, me evito todo el día y yo tampoco lo busque para nada, ni siquiera lo mire, durante toda la semana no hablamos. El viernes a la salida estaban todos mis compañeros organizando una salida para ir a jugar a la pelota, Robert me pregunto si quería ir, pero le dije que no jugaba a la pelota, Polo dijo que fuera igual no mas, a hacer barra por ultimo y después sus cervezas. Acepte, me despedí y camine a los estacionamientos para esperar a Pancho, detrás mio alguien venia, supuse que era él, pero seguí como si nada hasta llegar al auto.

—¡Borja!— dijo apresurado para llegar hasta mi, me di vuelta y lo mire con desprecio —Oye— tomo aire —Sorry, sorry por no pescarte esta semana pero lo de la semana pasada no... No debió pasar.

—¿Y es culpa mía que haya pasado?.

—No, no, pero eso... Sorry, no va a volver a pasar— el macho rudo había vuelto.

—No te preocupes, es bastante típico lo tuyo.

—¿Como?— pregunto mirándome serio —¿Que es típico?.

—Eso que hiciste el viernes, curarte, que te entrara agua al bote, que se te de vuelta el paragua, hetero reprimido.

—¡No soy weco escuchaste!— dijo con tono grave —¡A mi no se me da vuelta el paragua!.

—Si, lo que digas— se iba a acercar a mi, pero se detuvo al ver a Pancho —Oye y no te preocupí, tu secreto esta a salvo aquí— dije indicándonos a los tres, con su sola mirada me demostraba su enojo, se dio la vuelta y se fue.

—¿Que onda este weon ahora?— pregunto Pancho sorprendido.

—Nada, esta cagao de la cabeza ese weon— respondí.

Pasaron las semanas, hasta que llego la quincena de marzo, que era el día de la junta de fútbol. El partido fue un chiste, me obligaron a jugar por culpa de algunos que no fueron, ah decir verdad igual hice lo mejor que pude y termine pasándola super. Ya estando en el pub los pitcher llegaban y llegaban. Yo estaba sentado a un extremo de la mesa junto con Polo, Fabrizio y Robert y al otro extremo se encontraba Esteban, que a medida que fueron llegando los pitcher me miraba con mas frecuencia. Hasta que no se aguanto mas y cuando Polo y los demás salieron a fumar se vino a sentar a mi lado.

—Holo— dijo aludiendo al personaje de la película "Megamente". Y aunque quise sonreír me aguante.

—Chao— respondí con desprecio.

—Yapo Borja, sorry— dijo estirando su mano para estrecharla —¿Hagamos las pases?.

—Me daí dolor de cabeza Esteban.

—¿Me vas a dejar con la mano estirada?.

—Depende.

—¿De que?.

—De tu buena onda solamente, de antes ese beso a la fuerza— seguía ahí con la mano estirada.

—Bueno— dijo acercando su mano un poco mas, se la estreche —Pero no fue a la fuerza.

—Fue a la fuerza— insistí.

—Pero igual me lo respondiste.

—Para que me dejaras tranquilo— quiso decir algo pero se arrepintió.

—Buena onda antes del beso— dijo como para si mismo.

—Así es.

Para mi sorpresa esa noche Esteban termino joteándome e invitándome por segunda vez a su casa. A lo que me negué, pero de tanto insistir le dije que si, espere una hora prudente, y cuando se levanto al baño me despedí de todos y me fui. Camino a mi casa recibí un WhatsApp de él <Eri terrible chato>, se que lo fui al decirle que si, y aunque me muriera de las ganas por estar con él, no volvería a meterme con nadie comprometido <Se que terminaras arrepintiendo igual que la vez anterior, recuerda buena onda antes del beso>, fue mi respuesta, la cual vio pero no respondió, y al igual que la vez anterior el día lunes no me saludo, ni el marte y recién el miércoles se atrevió a tirar una talla sobre mi en lo camarines, burlándose sobre mi orientación sexual, algunos rieron, pero Polo y Fabrizio notaron que no había sido en buena onda, yo respire hondo, guarde mis cosas en el casillero y salí. Detrás mío venían los hermanos, me preguntaron que onda el Esteban, pero les dije que no sabia, que estaba loco. "¿Era así el asunto entonces?, ¿no me quise acostar con él y se enojo tanto para cambiar así?". Hasta el día viernes soporte alguno de sus comentarios mala onda de él hacia mi, pero sabia que mi indiferencia le molestaba aun mas. Ese viernes con Polo y Fabrizio nos fuimos a tomar unas cervezas, y no aguante y les conté todo el porque de su cambio conmigo, ambos quedaron sorprendidos, pero una vez que lo asimilaron entendieron su comportamiento, y les pedí que por favor no le contaran a nadie, que esto lo resolvería yo con él. Y lo hicimos.

—Oh esta pasao a maricon por aquí— dijo Esteban pasando por mi lado, todos nos encontrábamos en nuestra zona de trabajo preparándonos para entrar. Pero esta vez no me quede callado.

—¿Qué onda Esteban?— pregunte mirándolo de frente, estábamos a menos de cinco metros de distancia —¿Tanto te molesto?.

—Habla y deja mas pasao a maricón mah encima— ya no era chistoso, nadie reía con él.

—¿Me decí maricón a mi weon patuo?.

—Métanle un pico en el osico pa' que se calle.

—El que voh quisiste meterme po sacowea, estaí picao porque no te di la pasá mostacero culiao— la palabras salieron de mi boca como vomito verbal.

—¡Que estaí hablando weas conchetumare!— respondió furioso.

—¡Ah verdad que estabaí curao po!— respondí irónico —¿El beso que me diste a la fuerza?, acuérdate que estaba mi amigo presente weon, ¿y las dos veces que me invitaste a tu casa curao?, ¿eso no es de maric...— se abalanzo sobre  mi esta vez no para besarme, si no para golpearme, caí al piso con él encima mío tirando golpes como podía, y yo como podía trataba de golpearlo también, su cara de odio jamás se me olvidara. Yo estaba perdiendo, y es que él es mas grande y corpulento que yo, pero en un intento por defenderme recordé un movimiento que hacia cuando estaba en octavo básico y jugaba con mis compañeros a las peleas. Levante mis piernas casi doblándome para poder agarrarlo, lo hice, enganche mis piernas en su pecho y lo tire hacia atrás, cayo de espaldas al piso provocando un sonido seco y aproveche para tirarme sobre él y pegarle combos y codazos. En ese momento recordé a mis dos personajes de video juegos favoritos, Joel de The last of Us y a Nathan Drake de Uncharted. Joel contra los corredores los atacaba con lo que pudiera, el objetivo era el cuello o destruirles la cabeza en sus ataques cuerpo a cuerpo, Drake también golpeaba de la forma mas dura a sus oponentes para dejarlos inconscientes en el piso. Y era lo que estaba haciendo, me sentía poseído, ni siquiera me importo cuando vi que unas gotas de sangre mías caían sobre él hasta que llego mi jefa y la escuche gritar que nos separaran. Polo, Fabrizio y Robert me agarraron, pero yo quería seguir peleando. A Esteban lo agarraron tres compañero mas, Polo me pidió por favor que me tranquilizara, que tenia el labio partido, lleve mi mano derecha a mi cara y con las yemas palpe mis labios, el superior nada, el inferior partido por la mitad, un escalofríos recorrió mi cuerpo, que sensación mas horrible fue esa. Alguien comenzó a gritar que trajeran el botiquín para mi labio, pero mi cabeza comenzó a dar vueltas y me desvanecí. Desperté en la enfermería de la empresa, en la camilla, boca abajo. Me di cuenta que mis pantalones estaban por debajo de mi culo, me moví rápidamente para subirlos y pararme.

—¡Tranquilo!, ¡tranquilo!— dijo el enfermero que se encontraba sentado en la sala esperando que despertara —Puede que aun te sientas mareado.

—¿Porque tenia los pantalones abajo?— pregunte sin temor, y si, aun me sentía mareado.

—Porque te puse un inyección en el glúteo, por tu labio— ¿porque ahí si es en el labio?, ¡mi labio!, quise llevar mi mano al labio, pero el enfermero la aparto y comenzó a curarlo. Me dio algunas indicaciones y llamo por radio a no se quien avisando que ya había despertado y estaba listo.

Vino a buscarme mi jefa, me pregunto si me sentía bien, respondí que si y me llevo a la oficina del jefe, que de los tres meses nunca lo había visto. Me explico que lo que había sucedido no era posible y que era un incumplimiento al contrato de trabajo, y que por lo tanto a mi y mi compañero debía desvincularnos. Quise objetar...¡Pero a la mierda!, quería mi cama. Firme algunos papeles y me explico que el finiquito estaría listo dentro de dos semanas. Seguí el protocolo necesario para salir de la empresa y me fui con mi labio partido. No se porque, pero en vez de sentirme preocupado era todo lo contrario, me sentía aliviado. Llegue a la casa, afortunadamente no había nadie a quien darles explicaciones, subí a mi pieza, me recosté en la cama y me dormí. Y después de meses vuelvo a soñar con él. Estaba con la Anto en un la casa de su hermana Johanna, estaban todos su familiares menos él. Estaba todo bien, yo conversaba con la Anto, de pie y cerveza en mano hasta que de pronto por el portón viene él entrando cargando un bebe en sus brazos, me quede paralizado mirándolo mientras algunos lo saludaban, estiro su brazo para tomarle la mano a alguien, era una mujer... Era una tipa flaite, menor que él, me recordó a la garzona que nos atendió aquella vez en la playa. ¿Que?, ¿estaba con otra?, comencé a desesperarme y desperté. Lo que menos quería eran estos sueños de nuevo, era como si mi subconsciente me estuviera advirtiendo que ahora que tengo tiempo los sueños serian mas recurrentes.

Al mes de mi despido, con algunos de mis ex-compañeros quedamos que ir a la piojera una tarde de sábado. Nos encontramos en el metro cali canto, ahi estaba Polo, Fabrizzio, Robert y otros dos compañeros, me abrazaron felices de volver a verme, y yo a ellos. Camino a la piojera me contaron que me echaban de menos, que no era lo mismo sin mi, a lo que me reí, pero insistieron en que era verdad. Ya estando en la piojera pedimos tres chorrillanas ya que ninguno había almorzado y terremotos para cada uno. Mientras comíamos, bebíamos y conversábamos, paso un caballero tomando fotos instantáneas, ninguno quiso por el precio, pero Polo si, así que nos tomamos una de esas fotos, la cual me regalo después de sacarle una foto a la foto con su celular. Estábamos riendo y conversando cuando de pronto veo a Esteban que estaba en la sala principal buscando a alguien, ¡¿que?!, ¿ nos buscaba a nosotros?.

—¿Que hace el Esteban acá?— pregunte a la mesa, mientras él se acercaba.

—Borja...— comenzó a decir Polo —Yo lo invite.

—¿Que?, ¿porque?— pregunte extrañado, pero antes de que Polo me respondiera Esteban hablo.

—¡Borja, Borja!— comenzó diciendo —Vengo en son de paz... Por favor no te alterí— ¿que?, ¿no entendía nada, después de todo lo que paso como podía estar aquí?.

—Lo siento pero no entiendo nada— dije incrédulo. 

—¿Me puedo sentar pa' que hablemos?— pregunto inseguro.

—¡Noooo!— respondí enojado —¿Después de lo que me hiciste querí venir acá y sentarte como si nada?— se quedo parado ahí y solo atino a mirar a Polo pidiéndole ayuda con su mirada.

—Borja quiere pedirte disculpas, por eso esta aquí— no dije nada, me quede pensando —Escuchalo, si no te importa se va, pero escuchalo— me quede pensando indeciso.

—Siéntate— respondí por fin. Le habló a un garzon para que le trajeran un silla, mis compañeros del otro lado le hicieron un espacio para que se sentara frente a mi. Una vez ahí en la mesa nos quedamos todos en silencio —¿Vas a tomar algo?, terremoto?, ¿cerveza?— pregunte impaciente.

—¡Ah si!— respondió deprisa y llamando al garzon nuevamente —Un terremoto por favor— examine su comportamiento. Era raro, como si no fuera el Esteban que conocí en enero. Este era otro, uno mas sumiso, ¿o estaba nervioso?.

—Bueno...¿Y?— pregunte levantandole las cejas.

—¿Podemos salir a hablar afuera?— pregunto algo avergonzado.

—No, quédense acá, nosotros iremos a fumar— dijo Polo levantándose de la mesa con los demás. Cuando ya se habían alejado nos quedamos ahí en silencio algo incómodos.

—¿Esteban?— dije captando su mirada —¿Así o mas privado?— pregunte irónico.

—Ya mira...— comenzó a decir poniendo las manos en la mesa —Yo quería pedirte disculpas por todo lo que paso... Por eso le dijo al Polo que me avisara si un día se veían.

—¿Porque no me mandaste un mensaje?.

—Me bloqueaste del whatsapp— respondió rápidamente.

—Están los mensajes de texto, tenias mi numero, podrías haber llamado.

—Si te enojaste ahora, por teléfono me habriaí cortado.

—Si, tal vez... Pero en fin, todo eso ya paso.

—¿Entonces me disculpas?— pregunto sonriendo por primera vez —en serio quería pedirte disculpas, he pensao todo el mes en eso.

—Si, si como te dije ya paso, asi que relax— dije extendiendo mi vaso de terremoto para chocarlo con el de él.

—¡Saluh!— respondió sonriendo, le respondí de la misma manera. Al regresar los demás seguimos bebiendo, después de unos dos terremotos mas pedí cerveza ya que me habían hostigado. Y de un momento a otro Esteban se encontraba sentado a mi lado y como siempre después de cada terremoto fue poniéndose mas cariñoso —¿Borja?— dijo mientras todos reíamos, lo mire —Tú me gustaí, y me gustaí caleta— dijo de la nada dejándome sin palabras.

—¿Esteban me estaí webiando?— pregunte incrédulo.

—¡No!, ¡no!, ¡por eso estoy aquí!— respondió tomando mi mano derecha con sus manos. Yo me paralice y solo atine a mirar a los demás, pero estaban demasiado ebrios conversando. Quise retirar mi mano de las suyas —¡Pero dame tu mano!— dijo sosteniéndola firme entre las de él —Lo que te digo es verdad Borja, desde que te conocí que quiero contigo— se aprovecho del ruido del lugar para hablarme de muy cerca —No he dejado de pensar en ti en todo este tiempo— lo mire fijamente a los ojos y note su sinceridad.

—¿Y porque me trataste así Esteban?— sonrió avergonzado.

—Porque tu has sido el único que me ha dicho que no.

—¿Osea ya has estado con hombres antes?— pregunte serio.

—No— lo quede mirando demostrándole que no le creía —Ya si, una vez un weon me la chupo, pero nada mas— lo seguí mirando dudoso —Borja de verdad...Mira se me han lazao todos estos weones y deje que ese me la chupara porque me insistió caleta y pa' probar también lo reconozco— trago saliva —Pero tu Borja me dijiste que no, y me pique caleta porque quería contigo y tú no... Y me di cuenta que erí distinto.

—No soy distinto Esteban... También he hecho lo que otros gays hicieron contigo.

—¡Puta pero pa' mi sipo!. Borja me gustaí, entiende— dijo al escuchar mi silencio.

—Esteban lo siento pero entre nosotros no pasara nada— quite mi mano de entre las suyas.

—¿Porque?.

—Por un tema personal... No me meteré mas con weones casados o pololeando.

—¿Pero te gusto?— pregunto haciéndome reír. Asentí —Ya no estoy pololeando.

—¡Yaaaaa!— respondí y reí a carcajadas —Que erí chanta Esteban.

—Mira— dijo sacando su celular del bolsillo —Mira te muestro los mensajes que me ha mandao— abrió whatsapp. "Veronica" era el nombre de la ex, comenzó a leer los mensajes los cuales eras puras groserías.

—¡Ya Esteban!, te creo, te creo— dije pidiéndole que guardara su celular —Esteban no se si quiero estar con alguien ahora.

—¿Porque?.

—Por que no se si quiero involucrarme emocionalmente con alguien, estoy bien asi.

—Ya mira, te respeto, no te voy a pedir que pololí conmigo ahora, pero una noche... Una noche Borja pa' quitarme las ganas po— reí  al escuchar su petición.

—Déjame pensarlo Esteban.

Volvimos a integrarnos al grupo para seguir compartiendo. Después de un rato decidimos irnos porque polo se había curado raja. Quisimos ayudarlo a salir pero el en su borrachera pensó que podía caminar solo y al salir de la piojera se saco la mierda en el piso. Provocando la risa de mucha gente, mientras lo ayudaba a pararse su hermano insultaba a la gente, pero era inevitable no reírse. Con Esteban lo cargamos hasta tomar el metro, una vez en el metro lo dejamos apoyado en un rincón del vagón. Unos se bajaron en Santa Ana pero Polo y Fabrizzio se bajarían en Los heroes. Al llegar a la estación le pedí por favor a su hermano que lo cuidara en el camino, me aseguro que si. Nos quedamos con Esteban en ese rincón mientras el vagón se llenaba. Poco a poco fue quedando mas cerca de mi, quedando frente a frente, esta vez era yo quien estaba en el rincón y comenzó a mirarme con deseo.

—¿Y lo pensaste?— pregunto mirándome los labios.

—No— respondí intimidado. Hace unas horas era yo quien se sentía seguro frente a él y a ahora era todo lo contrario —Ni si quiera me había acordado.

—Yapo... Andate conmigo— dijo casi en un susurro. 

—¡Ah!— respondí sorprendido —¡¿Tú quieres hoy?!, ¡ahora ya!.

—Lo único que quiero es estar contigo Borja, desde que te di el beso— respondió serio. ¡demonios! ¡ya me había picado el bichito!. "Ya si tú igual querí con él", decía mi subconsciente, y era verdad pero no se lo haría fácil.

—Ay Esteban no se... ¿Donde vamos?— pregunte tratando de mirar hacia afuera, ya habíamos entrado en el túnel. 

—No se, ¿donde te bajaí?.

—En ciudad del niño— ambos pusimos atención para cuando llegáramos a la estación fijarnos en cual era. Pero de donde estaba yo no era mucho lo que podía ver.

—Estamos en... San Miguel— el vagón seguía llego de gente, así que con su mano derecha tomo la mía entrelazando nuestros dedos. Yo me puse nervioso a full mirando a nuestro alrededor por si alguien nos veía —Yapo Borja... Mira como me teni— dijo llevando mi mano a su bulto, presionándola para que sintiera su dureza. Mi corazón comenzó a latir como hace mucho no lo hacia.

—Esteban— dije jadeando. Mi excitación se hacia presente.

—¿Que?— dijo nuevamente susurrando. La tensión sexual era muy notoria para mi —¿No te gusta?— pregunto en el mismo tono, esta vez deslizando cuidadosamente mi mano por su erección. Asentí.

—Pero aquí no— llegando a una de las estaciones comenzó a bajarse mas gente que en las anteriores. En ciudad del niño siempre se bajaba harta gente, mire y era mi estación —Tengo que bajarme Esteban— dije tratando de pasar.

—¡No!— dijo afirmándose del pasamos que se encontraba a un costado de las puertas y abrazándome con la otra mano —No voy a dejar que te bají.

—Esteban, la gente nos esta mirando— dije avergonzado por nuestra escena.

—No me importa— respondió acompañándolo con un gesto. Y mientras cerraban las puertas con mi vergüenza presente no me quedo mas que ocultarme en su pecho.

Continuara.