Capitulo veinte: "La terraza de la Anto"

No tenia idea de que hora era, la pieza en la que siempre me quedaba donde la Anto me parecía fría y vacía esta vez. Mientras ellos dormían yo yacía en esa cama sin poder cerrar los ojos, mirando mi celular apagado, queriendo encenderlo, pero sabia que si lo hacia me encontraría con los mensajes de él, mensajes de llamadas, mensajes de disculpas... Mensajes que tal vez respondería y era eso lo que no quería. Quería fumar marihuana para así tratar de relajarme y poder dormir, pero no estaba en mi casa. Mientras me quedaba ahí mi mente buscaba diferentes opciones de como hacerlo. Levantarme en completo silencio, salir del departamento e ir a las escaleras que estaban cerca y fumar ahí, otra opción era ir al baño, encerrarme y fumar para luego echar cualquier perfume o ambientador que haya o simplemente en el balcón. Pero la verdad era que no quería salir de esa pieza por mas fría y vacía que me pareciera. Así que mi ultima opción era fumar en la ventana y listo. Busque en el suelo el banano que no tome en todo el día excepto cuando me fui de su casa. Busque mi marihuana pero solo estaba mi billetera y el fajo de billetes que Franco me entrego esa noche. ¿Que onda esta plata? ¡Genial!... Otro asunto en el que pensar esta noche. Le quite el elástico al fajo y comencé a contar. Trescientos veinte mil pesos era el total del dinero. ¿Como es que yo tengo esta cantidad de plata y su primo no haya echo nada para contactarme?, ¿O a lo mejor lo hizo y como tengo el celular apagado?. Pero recién vine a apagarlo a las ocho de la noche, cuando me llamo mi madre preocupada y le dije que me quedaría afuera. Sin pensarlo tome mi celular y lo encendí, me senté impaciente en la cama esperando a que prendiera y cuando lo hizo espere a que llegaran las notificaciones de algún intento de llamada o mensajes. Pero solo tenia notificaciones de facebook. ¿Ni siquiera ha echo nada por hablar conmigo?. Y no me refería al Andy si no a Franco. Entré a whatsapp directo al chat que tenia con él, su ultima conexión había sido a las 1:32 A.M. y eran las 3:20 de la mañana. Sinceramente me sorprendió no tener ningún mensaje de parte de él. Mas bien me molesto... ¡Si, me molesto!. Agobiado me recosté en la cama nuevamente y recordé la conversación que había tenido con la Anto al llegar.

—Ya weon- dijo entregándome el vaso de michelada que había preparado. Para ella tomarse unas cervezas después de un carrete como el de anoche era tradición, y ni siquiera ser madre la hizo cambiar eso -¡Cuéntame todo Borja... Todo!.

—Ay Anto no quiero tomar... Tampoco quiero hablar de eso ahora- dije desganado.

—¡Weon!...- dijo apuntándome y mirando hacia dentro, cerro el ventanal ya que estábamos en su pequeña terraza -Toma conmigo culiao y desahógate... Soy tu amiga.

—No se como empezar- cerré los ojos y lleve los dedos de mi mano derecha a mi frente y comencé a moverlos de lado a lado. Las lagrimas comenzaron a caer por voluntad propia.

—Ya tranquilo, tranquilo- dijo sobandome la espalda -Respira y tomate un sorbo- dijo haciéndome reír, quería que bebiera a toda costa. Hice caso, tome un sorbo y ¡maldición!, la michelada estaba perfecta -¿Hace cuanto que... Que estay con mi primo?.

—Hace como dos meses- abrió los ojos sorprendida.

—¡Weon!... ¿Sabí que?, yo cachaba algo, ¿Y sabí cuando cache?... Pa'l cuampleaños de él. Osea como que encontré raro ese día a mi primo contigo y se me paso por la cabeza la idea, pero viniendo de él dije: ¡No, no, imposible!. Y anoche lo confirme... Ahí ya fue muy notoria la wea.

—¿Porque?.

—¡Borja!... Cuando te fuiste con el Jano y mi primo empezó a preguntar por ti... Se puso... Weon nunca lo había visto así de enojado- de seguro fue porque estaba muy drogado -Y yo le pregunte po, le dije: ¿que porque estaba tan enojado?. Y se saco los pillos que naah que ver que te hayaí desaparecido con ese weon, si estábamos celebrando el cumpleaños de la Anahi.

—¿Anto?... ¿No notaste raro al Franco anoche?.

—Shiiii... Estaba mas duro el weon.

—¿Como duro?.

—¡Duro po, jalao!

—Yo sabia.

—Borja no es primera vez que lo hace, osea según yo hace tiempo que no lo hacia. Pero anoche estaba con el Andy po, era obvio.

—Osea que para su cumple igual debió hacerlo.

—Demas, pero anoche el weon las cago, porque se le notaba mucho. Menos mal la Cati se curo raja y no cacho.

—Si, si algo me acuerdo.

—Borja... ¿Te comiste o no te comiste al Jano?.

—¡Anto no!... Osea no se, no me acuerdo, pero no, no creo.

—¡Weon! mi primo... Aun no lo puedo creer.

—¿Que?, ¿Que me haya pegado?.

—¡No, que sea maricón!- puse los ojos en blanco -Si te pego es por que lo teni pa' la caga.

—¿Lo estay justificando?.

—¡No para nada!, Todo lo contrario, no entiendo que lo haya echo.

—Imagínate yo...

—¿Borja?... ¿Como paso?.

—¿Como paso que?.

—¿Como paso todo?... Entre ustedes dos- respire profundo y comencé a contarle todo aquello sobre esa única noche - ¿Lo amas?.

—Si Anto- respondí y comencé a llorar nuevamente.

—Ya amigo tranquilo- dijo acercándose a mi y abrazándome -Yo sabia que mi primo no era feliz con esa weona fome. Prefiero que este contigo a que este con ella.

—Pero no esta conmigo...

—Pero entiéndelo, si debe ser difícil pa' él.

—Anto lo entiendo, nunca le he cuestionado eso... Pero da lo mismo, ya nada de eso importa ahora.

—¿Porque decí eso?- pregunto extrañada.

—Por que sipo Anto, esta claro que nunca debí hacer esto y lo que paso ahora no es sano.

—Borja... Todos nos equivocamos. Mi primo las cago pero yo se que te quiere, se le nota, y tu a él. Y si se quieren deberían luchar por estar juntos, imagínate... ¡Seriamos familia!- sonreí al imaginar la hermosa postal. 

—Seria lindo...

—Promete que van a hablar.

—Si Anto, si tenemos que hablar. Pero no voy a voy a volver con él aun que me cueste.

—Borja- dijo inclinando su cabeza hacia un lado -Yo se que van a volver.

—No Anto, nada volvería a ser igual.

—Si es una posibilidad. Pero tienes otra... O es peor o es mejor.

Durante la tarde nos anduvimos mareando nuevamente recordando carretes con anécdotas. Reímos mucho y al terminar de reír miraba al cielo y ese sentimiento frió me invadía de nuevo. Y en un momento cuando la Anto me dejo solo para ir a ver a su hija y yo me sentía bastante mareado... Como que me salí de mi y me mire alcoholizado, queriendo distraerme pero en realidad solo estaba sufriendo, me di lastima. Así que me fui a acostar y me dormí sin ningún esfuerzo.  Y ahora por fin sentía el sueño. Y esa noche tengo pesadillas, pesadillas que me reprochan en la cara una felicidad que yo no tengo. Quiero despertar pero estoy atrapado, la angustia se hace eterna hasta que por fin me despierta la Anto.

—¿Borja?- dijo poniendo su mano en mi hombro. Abrí los ojos y la mire desorientado ¿Cual había sido mi sueño?. Ojala hubiera sido lo del golpe -¿Estay bien?.

—Si- respondí cerrando los ojos nuevamente.

—Ya... Oye voy a ir a buscar a la Anahi al colegio.

—¿Que hora es?.

—Las 13:15- asentí -Levántate, báñate y come algo ya. Que ayer no comiste nada en todo el día - era cierto, ahora que lo decía me daba hambre y también necesitaba bañarme, me sentía fuchi - Ya nos vemos a la vuelta.

Cuando salio del departamento me levante y me metí al baño, me duche y se sentía tan bien hacerlo después del día de ayer. Al salir de la ducha encendí la lavadora y metí mi ropa interior para lavarla, ya que me carga bañarme y ponerme la misma ropa interior. Tome mi polera, la olí y tenia una mezcla a perfume y cigarro, así que la metí a la lavadora. por suerte en el baño había una bata, me la puse y salí directo a la cocina secándome el pelo. Puse a hervir agua en el hervidor mientras me preparaba unos huevos revueltos con ajo, busque una taza y una bolsa de té. Cuando estaba todo listo para ir a la mesa, llevaba en una mano la taza con agua caliente en la otra la sarten en un plato y otro plato aparte con pan. Como lo hacían los garzones cuando trabajaba en el restaurante.  Pero al salir de la cocina y llegar al living lo primero que vi fue una silueta tras las cortinas en el balcón. Asustado se me cayo el plato del pan al piso quebrándose este, me apresure en dejar el resto en la mesa y salio tras las cortinas mostrándose.

—¿Franco?.

—Si- dijo apresurándose a recoger el plato roto.

—¿Que estay haciendo acá?...¡Casi me matai del susto!.

—Perdona, perdona- dijo levantándose con los trozos de plato en sus manos. Camino a la cocina para botarlos y regreso -Borja perdóname por favor, lo siento mucho- acaricio mi mejilla hinchada con una de sus manos -Estoy terrible arrepentido de lo que hice.

—Ya Franco, esta bien- dije tranquilo -Te perdono.

—¿En serio?- pregunto esperanzado. Asentí, se acerco a mi para besarme pero lo aleje bruscamente.

—Te perdono pero esto se acabo Franco- me miro sorprendido.

—Pero Borja... Quiero que arreglemos las cosas.

—Te perdono pero esto de acabo Franco- repetí serio.

—¿Borja porque me hací esto?.

—Yo no te he echo nada en comparación contigo.

—Se que no tenia porque pegarte, me arrepiento caleta y por eso estoy acá Borjita porque quiero que arreglemos las cosas.

—Franco no hay nada que arreglar... ¿Te acordaí cuando te di el ejemplo de la confianza con el papel?. Bueno lo mismo paso ahora pero con el amor que tenia hacia ti... Se quebró como ese plato que ahora esta en la basura.

—Borja por favor...- suplico al borde del llanto.

—¿No deberías estar trabajando ahora?- pregunte irónico.

—Si pero falte pa' poder pasar la tarde contigo.

—Lo siento pero quiero estar solo.

—Borja... Quiero estar contigo, salgamos, hablemos, pasemos la tarde en la playa... Amor por favor.

—Ok... Espera- fui hasta la pieza, tome el banano y saque el fajo con billetes, volví al living mientras el me miraba con un brillo de esperanza -¿Que significa esta plata Franco?.

—Nada... Es, es del Andy.

—Mentira no te creo, tuve esta plata todo el día ayer y nadie hizo nada por recuperarla... Dime la verdad Franco.

—Pero si te estoy diciendo la verdad.

—No Franco... Lo siento pero no te creo, toma-  le entregue el dinero. Estaba seguro que me estaba ocultando algo -Andate por favor.

—Pero Borja...

—¡Andate!- grite él se quedo sorprendido. De pronto sentí rabia contra él y no lo quería cerca.

Y sin mas que decir se fue silenciosamente. Se que le dolió, que lo trate mal, pero no lo pude controlar, ahora no lo quiero ver, se que tenemos que hablar pero no tan pronto. En cuanto a la Anto me las va a pagar, se que le dije que hablaríamos pero no ahora ni así de sorpresa. ¡Maldición! Si no hubiera metido mi ropa a la lavadora me hubiese ido, necesitaba caminar, moverme, no quedarme ahí encerrado. Hasta el hambre se me quito.

La Anto tardo mas de lo que creí en llegar pensando quizás que debía darnos un tiempo a solas. Para cuando lo hizo mi ropa ya se había lavado y estaba tendida en la terraza.

—¡Hola!— entro feliz pensando que todo había mejorado, no dije nada. Su cara cambio cuando me vio solo sentado en el comedor. —¿Y mi primo?.

—Hola Anahi— salude primero  —Se fue... ¿Anto porque lo hiciste?.

—Hola Borja— respondió tiernamente.

—Hija, vaya a cambiarse de ropa— pidió Anto y ella obedeció —Porque lo necesitaban po... ¿Porque se fue?.

—Porque se lo pedi, Anto no quiero verlo, tengo rabia aun.

—Pero Borja... hablando se solucionan las cosas.

—Lo se, lo se, pero no quiero hacerlo, y no me puedo obligar a hacerlo si no lo siento.

—Puta... Disculpa, yo los quería ayudar, quería verlos juntos, así queriéndose... Necesitaba comprobarlo, creo que estaba ansiosa— sonreí por su sinceridad. Se sentó en la mesa conmigo.

—Anto gracias, pero de verdad necesito unos días.

—Ya si lo se, voy a tener que esperar no mas po— reímos —Oye el Jano me pregunto recién si le puedo dar tu numero, dice que tiene algo que devolverte.

—¿Algo que devolverme?.

—Si, ¿se lo doy?.

—Si, para ver que onda, iré a buscar mi celu a la pieza.

Tome el celular y tenia un mensaje de texto del Franco en que decía:

"Se q lo q hice estaba mal

y que nunk debi hacerlo

pero me equivoque y estoy

arrepentido, sto de me hizo

pensar las cosas bien y lo

mejor para los 2 es q sigamo

cada 1 por su cuenta y esto

lo digo con el dolor de mi

corazon, borjita te amo y nunca

quise hacerte mal porfavor

perdoname te amo."

El desprolijo mensaje me había dejado marcando ocupado. Si bien era cierto que era eso lo que pensaba, no quería que fuera él quien lo diera por echo y eso me dolía. Pero después de unos segundos reaccione y me tranquilice, ciertamente era lo mejor. Regrese al living sin decirle nada a la Anto, no quería darle mas vueltas al asunto.

—Ya se lo di.

—Ya... ¿Y que sera lo que me tiene que devolver?.

—No se po, quizás que le diste— dijo irónica —¿No te ha mandado ningún mensaje?— negué con la cabeza —Ahí se conecto, ahí parece que lo vio— a los segundos me llegaron sus mensajes al whastapp.

[Jano]:Hola Borja, como estas?

[Yo]: Hola Jano, bien... y tu?

[Jano]:Que bueno, yo bien también

[Jano]:Borja mira se te hace conocido esto?

(mando una foto en la aparecía mi pipa y mi

marihuana)

[Yo]:Mi pipa y mi marihuana!!! :o

[Jano]:Jajaja si

[Jano]:No te acuerdas que me las pasaste

[Yo]:No la verdad no me acuerdo mucho de 

nada de esa noche

[Jano]:Haaaa, dale

[Jano]:Oye Borja, que te parece si nos vemos?

[Jano]:Así aprovecho de entregarte tu pipa, tu

marihuana y hablamos

(¿Hablamos?, ¿Hablar de que??

[Yo]:Yapo, ¿cuando puedes?

[Jano]:Ahora, la Anto me dijo que estas en su 

depa y justo ando en el centro

[Yo]:Ah yapo, entonces te espero aca o nos juntamos?

[Jano]:Te paso a buscar

[Jano]:Te tinca si vamos a comer algo?

[Jano]:No he almorzado nada

[Yo]:Pucha me encantaría Jano

[Yo]:Pero mi cara no es la optima para salir

[Jano]:Porque, que te paso?

[Yo]:Mira te parece que vengas, pedimos algo

para comer, almorzamos con la Anto y luego hablamos?

[Jano]:Ya, bkn... en 15 minutos estoy allá

[Yo]:Ok, nos vemos acá ;)

Al llegar el Jano y verme no pudo evitar preguntarme lo de mi cara, le dije que después le contaría. Al final lo convencí de que probaran shawarma ya que ninguno de los dos había probado y aprovechando de que la Anto vivía cerca del mejor local de shawarma que había en el centro. No demoramos mas en ponernos de acuerdo para pedir de comer, que comer lo que pedimos. Cuando ya habíamos terminado la Anto parecía saber que tenia que hablar con el Jano porque fue a bañar a la Anahi. Con el Jano nos sentamos en la terraza para aprovechar el fresco aire.

—¿Y Borja?, ¿Que te paso?.

—Espera, antes quiero que me digas todo sobre esa noche.

—¿En serio no recuerdas nada?— negué —¿Nada de nada?.

—No Jano... Nada de nada, ¿Porque?, ¿Debería recordar algo?.

—¡No, no!— dijo moviendo sus manos —Osea si, pero me... Me alivia que no lo recuerdes.

—¿Porque?, ¿Que onda?.

—Por que no me siento muy orgulloso de eso, por eso quería hablar contigo... Pedirte disculpas.

—¿Disculpas?, ¿Porque?, ¿De que Jano?— claramente se había puesto nervioso. Tomo aire y lo soltó.

—Por que esa noche yo te quise dar un beso— ¿que?, ¿un beso? —Borja porfa discúlpame, no quiero que te enojes.

—Si no me enojo Jano, me da... Risa, ¿Porque un beso?, ¿Estabai curao?

—No, no estaba curao— respondió frotándose las manos y mirando hacia el piso —Pero si estaba muy volao, y no se que me paso.

—Ay Jano que vergüenza... ¿Pero que paso?, ¿Hubo beso o no?— pregunte temeroso de la respuesta.

—¡Nopo!, si me dijiste que no, que estabai pololeando y que estabai enamorado.

—¿En serio te dije eso?.

—Si, fue lo que me dijiste, ¿Es mentira?.

—No, no es mentira es... Complicado— aun no podía creer que me haya negado aun estando ebrio.

—¿Tiene que ver con el moreton?

—Si, tiene que ver con el moreton.

—¿Que te paso?, ¿Quien te pego Borja?— note en sus preguntas una sincera preocupación.

—Ay Jano, yo tampoco me siento orgullo de muchas cosas...— me miro desconcertado —Este moreton lo tengo gracias al Franco.

—¿Franco?, ¿Franco el primo de la Anto?— asentí —¿Porque?, ¿Por que él te pego?.

—Por que él y yo tenemos una relación a escondidas hace un tiempo... Osea teníamos.

—¿Borja me estay webiando?.

—No Jano, es la verdad.

—¿Borja te metiste con la pareja de tu amiga?— asentí una vez mas —No entiendo como alguien como tú hace eso.

—¿Como alguien como yo?.

—Alguien como tu po Borja, inteligente, simpático... lindo, no es algo que merezcas. Ahora entiendo porque él estaba tan enojao conmigo cuando llegamos esa noche. ¿Y porque te pego?

—Porque se puso se celoso de ti.

—Ah, pensó que paso algo entre nosotros.

—Si, penso eso.

—Pero no paso po, aunque yo haya tratado.

—Si... Ese es el problema, yo le dije que si había pasado.

—¿Porque le dijiste eso?.

—Porque era lo que quería escuchar, me webeo tanto, me trato mal, entonces yo me pique y le dije que si había pasado.

—¿Y te pego por un beso Borja?, ¿Un beso que no paso?.

—Es que el no insinuó que fue solo un beso.

—¿Sexo?.

—Sexo oral— sonrió al pensar en la idea.

—¿Y tú le dijiste que me habías echo sexo oral?.

—Si... ¿Oye por que no podrías haber sido tú?.

—Porque yo no se lo haría a ningún hombre.

—¡Ah pero si dejarías que un hombre te lo hiciera!— dije sonriendo,

—Dejaría que un solo hombre me lo hiciera— me miro serio a los ojos, yo me incomode, lo noto —Bueno, ese Franco es un sacowea.

—Si lo es.

—¿Y porque estas con él Borja?.

—Porque yo también lo soy Jano.

Incomodo deje la conversación hasta ahí me excuse que ya tenia que irme a mi casa porque llevaba mucho días fuera. Se ofreció para ir a dejarme pero me negué ya que prefería irme en micro pero solo fue otra excusa era claro que algo le pasaba al Jano conmigo. Pero insistió y no quise negarme mas. Nos despedimos de la Anto y nos fuimos. Durante el corto viaje a mi casa hablamos de cosas triviales,las buenas películas que ha visto el y las buenas películas que he visto yo, nos recomendamos algunas hasta llegar a mi casa.

—Gracias Jano, te pasaste— comencé a decir para despedirme.

—De nada... ¿Oye Borja?, ¿Que vai a hacer el viernes?.

—Nada... Hasta ahora nada.

—¿Podríamos salir a tomarnos algo?

—Si, demás— respondí con naturalidad. Sabia para donde quería ir con esa salida así que algo tenia que hacer —Podríamos decirle a la Anto, y a mi amigo Angel, salimos todos juntos y la pasamos bien.

—¡Yapo, bacan!— trato de disimular su disgusto —Nos ponemos de acuerdo en la semana— asentí —Cuídate borja— se abalanzo sobre mi, me abrazo y me dio un cálido beso en el cuello.

Al llegar el día viernes el Jano dijo que no podría salir por problemas personales. La verdad creo que ni la Anto ni yo teníamos ganas de salir así que no hicimos nada.

Cuando llego la ultima semana de agosto la Cati me llamo y me pidió por favor que la primera semana de septiembre le cuidara a la Javiera, por que su niñera la iba a operar de no se que y tenia que estar con reposo. Después de que me insistió tanto le dije que si, pero solo esa semana porque la próxima era mi cumpleaños y tenia que preparar todo.

De Franco no supe nada hasta ese día, como había dicho lo mejor era seguir con nuestros caminos. Por supuesto que esos días que no lo vi lo extrañe y me cuestione de si hice lo correcto o no. Y lo que mas me tenia nervioso era verlo nuevamente, como actuar frente a él, como ser después de todo lo ocurrido. Pero ese domingo en la noche llegue lo mas tarde posible para evitarlo, creyendo que al otro día tenia turno de apertura. Golpee la puerta.

—Hola amigo— me saludo la Cati haciéndome pasar.

—¡Borja!— grito la Javiera y corrió hacia mi para abrazarme.Busque rápidamente donde apoyar mi bicicleta.

—¡Hola Javi!— la tome en mis brazos —Oye tu deberías estar durmiendo ya— busque a Franco con la mirada, no lo vi por ninguna parte.

—¡Siiiiii!— dijo la Cati mirándola seria —No se quería ir a acostar hasta que llegaras.

—Es que te extrañaba Borja.

—¡Uy si yo también te extrañe!. Pero ahora nos iremos a dormir por que yo también tengo mucho sueño.

—¡No, un ratito mas!

—Quince minutos mas solamente y después a la cama ¿Ya?— la Javiera asintió —¿Amigo queri churrasquito italiano?. Te estuvimos esperando pero te demoraste mucho.

—No gracias, no tengo hambre.

—¿Seguro?. Están listos, llegar y servir, con mayo casera.

—¡Ay ya maldita!— ¡maldición!, ¿donde esta Franco?.

Me senté a comer y ahí la Cati me dijo que Franco había ido a buscar su chaqueta de cocina donde la costurera ya que se le había descocido pero que se estaba demorando mucho así que lo llamaría. Durante la llamada se pusieron a discutir por que el Franco había pasado un rato donde el Andy. Enojada la Cati se despidió de mi y se fue a acostar pero antes me recordó todo para mañana, le dije que aun recordaba como ser niñero así que tranquila. Decidí ir a acostarme por que no quería encontrarme con Franco. Apague las luces, junte la puerta de la pieza, me puse los audífonos y escuche música hasta conciliar el sueño.

Por la noche sueño con él, entra a la pieza mientras duermo y me toca, me toca y me besa hasta despertarme y en la oscuridad agarro su gran paquete erecto bajo su típico jeans, le bajo el cierre y lo busco hasta sentir su calor en mi mano, desesperado lo saco al exterior y su miembro entra en mi boca. Pero como siempre me despiertan en lo mejor del sueño. Esta vez es la Javi que me pide ansiosa que me levante para que desayunemos y veamos películas en el living, desganado le respondo que me espere. Me siento en la cama y recuerdo el fogoso sueño te tuve. ¡Maldición!, sera una difícil semana. Salí de la pieza y me encuentro con él a un costado de la mesa sirviendole panqueques a la Javi.

—¡Buenos dias!— dijo sonriendo como si nada —Siéntese a desayunar.

—¿Y tu?, ¿No fuiste a trabajar?.

—Estoy de noche esta semana.

—De haberlo sabido hubiera llegado hoy— ¿no estaré siendo muy antipático?.

—Venga, siéntese a comer— dijo sin importarle mi pesadez.

—No tengo hambre aun Franco, gracias. 

Camine derecho hasta llegar al baño, me mire en el espejo y sonreí. En el fondo me gustaba ser pesado con el. Pero tenia que cambiar el chip y hacer como si nada, no demostrarle que aun me seguía importando. Salí y me senté en la mesa como si nada, tome el hervidor y me serví un té, Franco me miraba en silencio mientras la Javi estaba pegada en la tele viendo monitos.

—Coma panqueques— ¡Mierda! le dije que no tenia hambre, pero en realidad si tenia, y esos panqueques se veían tan ricos.

—Si, si los voy a probar— dije tragando mi orgullo —Se ven ricos— tomo un platillo y en el puso tres dejándolo frente a mi.

—¿Como haí estado Borjita?.

—Bien... Super— respondí tomando un panqueque medio nervioso —¿Y tu?.

—Bien... Echándote de menos no mah— ¡Fuck! mis mejillas comenzaron a arder —¿Tú no me hay echao de menoh?.

—¡Franco!— dije haciendo un gesto hacia la Javi.

—Ah si esta pegaa en la tele.

—Por favor no empieces— tome una servilleta y me seque el sudor de la frente.

—Yapo respondeme.

—No, Franco, no, he estado bien asi... Para ya.

—Yo se que si— dijo confiado, con la mirada lo negué.

Durante la mañana nos sentamos en el living a ver "La mascara", Hace años que no veía esa película, recuerdo que cuando era niño con mi padre nos encantaba ver esa peli. Cada vez que podía la arrendaba en el BlockBuster. Y ahora que ya la veía grande me daba cuenta que la película igual no es tan para niños y si mas para adultos. Pero nos reímos harto. Después de la peli, le dimos almuerzo a la Javi, y la vestí para llevarla al colegio. Franco quiso acompañarme a dejarla pero la Javi no lo dejo porque si no, no iríamos en la bicicleta. Así que se quedo en la casa mientras yo fui a dejarla. Al regresar aun no me baja de la bici cuando Franco abrió la puerta para que entrara, claramente me estaba esperando. —Gracias— dije y entre hasta el patio para dejar la bici, al entrar a la cocina nuevamente me pillo totalmente desprevenido. No se en que momento me agarro las dos manos por la espalda con una de las suyas y su otra mano la envolvió alrededor de mi cuello en caso de que me resistiera y me beso, me beso fuerte y desesperadamente empujándome contra la pared. Sinceramente quise resistirme pero por mas que lo intente no pude, el volver a sentir sus labios era un placer inmenso y solo cuando sintió que mis manos se relajaron me soltó. Bastaron solo unos segundos para que mi pene se erectara y el de él también, comencé a tocarlo por encima del buzo que traía puesto, y como esa mañana que me trajo desayuno a la cama me di cuenta que solo el buzo cubría su gran miembro. Me separe de él, lo mire serio, lo tome de los hombros y lo lleve hasta llegar a su pieza, lo empuje en la cama y me tire encima de su bulto bajándole el buzo y observe un instante su verga húmeda. ¡Que delicia!, como extrañaba su miembro. Lo agarre con mi mano derecha y lo presione para que botara todo su liquido pre seminal y con la punta de mi lengua comencé a jugar con el, luego baje hasta sus testículos y comencé a lamerlos, volví a subir pasando mi lengua por todo su tronco hasta llegar a la cabeza y meterlo en mi boca. Su glande chocaba con mi garganta, me acomode un poco y comencé a presionar para que entrara todo. Al conseguirlo me quede ahí y comencé a moverme lentamente de arriba a bajo, él gimió del placer y a mi me vinieron las arcadas. Lo saque de mi boca y respire profundamente, nos miramos y toda su expresión era placer, sus ojos, sus labios, su cuerpo. Lo metí en mi boca nuevamente y comencé a lamerlo presionando bien mi lengua contra su verga para que sintiera el placer —¡Para, para!— pidió tomando la cabeza con sus manos —¡Voy a ir cortao!— dijo agitado. Pero no dije nada y volví a meterlo en mi boca, él se estiro en la cama resignado y volvió a concentrarse en el placer. Y después de unos segundos ese liquido viscoso se encontraba mi boca llenándola. Su liquido que siempre me pareciera mas agrio, esta vez tenia un sabor mas dulce y agradable. Me encantaba dejarlo así en la cama, arrebatado del placer, respirando agitado con los ojos cerrados. Lo que si, su liquido seguía siendo espeso, y como trague harto fui a la cocina por un vaso de agua. Abrí la alacena, al hacerlo mire el refrigerador... Ahí estaba el mismo frasco con utensilios de cocina que cayo sobre mi esa vez. abrí la llave del agua y serví agua y en eso llega Franco y me abraza por detrás.

—Perdóname Borja— beso mi cuello y me presiono contra él.

—Ya lo hice Franco— respondí tranquilo y bebí agua.

—Pero dilo... Dímelo pa' quearme tranquilo porfa.

—Franco... Te la acabo de chupar, puedes quedarte tranquilo— dije bromeando.

—¡Yapo!. Te estoy hablando en serio— me tomo de la mano y me giro hacia él.

—Si Franco, te perdono.

—¿De verdad... Amor?.

—De verdad... Amor.

Continuara.